Blog hecho por y para Tributos

Queridos Tributos, en este blog se subirá información sobre Los Juegos Del Hambre, En Llamas y Sinsajo (The Hunger Games, Catching Fire and Mockingjay); también se subirá semanalmente dos capítulos de nuestra historia de Los Juegos Del Hambre, uno el lunes y otro el viernes, si en una semana no subimos ninguno, la semana siguiente subiremos cuatro capítulos, no tengáis miedo de comentar que nos hace mucha ilusión que comentéis, muchas gracias y que os guste el blog ;))

lunes, 12 de noviembre de 2012

Capítulo 3 (Sam)

Nos metieron en el edificio de Justicia y nos metieron en habitaciones separadas.

Mi madre y mi hermana entraron y yo les dije:
-Tenéis que ser fuertes- les dije con la voz medio quebrada.
-No quiero perderte, no quiero que te mueras- dijo Dalia llorando.
-Haré todo lo que pueda para volver vivo, te lo prometo.
-Toma esto, te protegerá en los juegos y así me tendrás siempre presente- dijo con lágrimas en los ojos.

Me dio un collar de plata sin pulir con un colgante de una hoja pequeña de un verde precioso.

-Muchas gracias Dalia, os echaré de menos a ti y a mamá.

A continuación entraron unos agentes de la paz y me llevaron a la estación de trenes; allí estaba Daphne despidiéndose de su familia.

Cuándo entramos en el tren, nuestro mentor, Cleverck Samstone, nos estaba esperando.
Nos explicó con pelos y señales cómo sobrevivir en la arena.

Cuando terminó me fui a mi compartimento, me duché y me vestí con un pantalón tejano, una sudadera de cuello de pico sin dibujos y unas deportivas marrones con la suela blanca.

Me fui a cenar con los demás, había un montón de cosas; de primero, un puré azul de perejil; de segundo, codorniz rellena de naranja con salsa de naranja por encima; y de postre, una tarta de tres chocolates con base de galleta.

Acto seguido me fui a la cama y, no se por qué, soñé durante toda la noche con la muerte de mi padre.

Cuando me desperté, estábamos llegando al Capitolio; por la ventana pude ver la gama de colores de piel que llevaba la gente del Capitolio; también pude observar todas las atrocidades: picos de pájaro, bigotes de gato, patas de pingüino, escamas en vez de piel, etc.

Nada más desayunar nos bajamos del tren y nos llevaron al centro de entrenamiento, que era bastante grande.

De pronto la vi, era preciosa pero a la vez tenía algo que me desagradaba muchísimo, era la tributo femenina del distrito 1.

No hay comentarios:

Publicar un comentario